viernes, 11 de abril de 2008


El endurecimiento a las penas contra violadores cada día gana más adeptos. Foto: Archivo particular
POCOS DÍAS DESPUÉS de cumplir 6 años, Valentina fue encontrada muerta, flotando en el río Imurrá, muy cerca del municipio de Riosucio, Caldas. La pequeña había sido violada y torturada. Su asesina fue condenada a 28 años de prisión. Camilo, de 2 años, fue violado por su propia madre y tras 20 días de hospitalización murió. Su agresora está libre. A Harold, un bebé de 11 meses, lo ahogaron sus padres en la alberca de la casa y no han sido condenados.
Según un informe del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, en 2006 fueron reportados 110.192 casos de violencia intrafamiliar relacionados con menores de edad, una cifra que puede ser más alta porque los niños no denuncian y porque los adultos que conocen los casos -vecinos o familiares-no se atreven a hacerlo. Y lo grave es que entre el 80% y el 90% de los agresores son familiares o conocidos de los niños y, además, el 70% de los delitos son cometidos en su propia casa. Solo el 7% de las violaciones ocurre en la casa del violador.
La legislación es poco severa: la violación o acceso carnal violento en menores de 14 años tiene una pena de entre cinco y 12 años de prisión, que puede llegar a 16 si la víctima es menor de 12. "Las penas no se compadecen ni son proporcionales con la gravedad que significa la violación de niños", sostiene el representante a la Cámara por Bogotá, David Luna Sánchez. Por eso él y el también representante Simón Gaviria, con el apoyo de la concejal Gilma Jiménez, impulsan un proyecto para castigar con cadena perpetua a quienes cometan homicidio, violación, explotación sexual, maltrato severo y secuestro contra menores de 14 años.
La iniciativa ha levantado ampolla. Algunos, como la concejal Martha Ordóñez, quien vivió en carne propia el horror del abuso sexual de sus hijos, sostienen que es necesario establecer la diferencia entre abusadores y violadores. Es partidaria de la cadena perpetua para pedófilos, sádicos y psicópatas -como Luis Fernando Garavito, violador y asesino de 144 niños- y de la rehabilitación para otro tipo de abusadores. "Esta alternativa es médicamente viable en casos de adolescentes que incurren en abusos una o dos veces -dice la psiquiatra especialista en abuso de menores Isabel Cuadros-. Lo que debemos hacer es tomar medidas para que profesionales competentes trabajen con ellos para rehabilitarlos".
El ex magistrado de la Corte Constitucional y actual presidente del Polo Democrático, Carlos Gaviria Díaz, no está de acuerdo con la iniciativa que obedece a lo que él llama un 'tic mental'. "Cuando algo que no está tipificado como delito lo queremos convertir en delito y si está tipificado buscamos aumentarle la pena -dice-. No estoy de acuerdo ni con la cadena perpetua, ni con la pena de muerte, el Estado debe atender necesidades de mayor importancia".
El debate apenas empieza y será en el Congreso de la República donde se defina el rumbo de este tema que ha cobrado la vida de miles de menores y sigue siendo una amenaza para los más de 13 millones de niños que viven en Colombia.
90% DE LOS AGRESORES son familiares o conocidos de los niños, así lo reveló un informe del ICBF.

2 comentarios:

Nidia F Morales dijo...

Ante mi imposibilidad de enviar el link correspondiente; me he tomado la libertad de copiar el artículo publicado en la Revista Cambio. Ya que considero MUY importante cualquier apoyo que nos den a este tema de vital importancia para la raza humana.

Nidia F Morales dijo...

El Sr.Carlos Gaviria, líder de un grupo político que ha ido ganando terreno, a punta de mucho esfuerzo y valentía de sus miembros, peca de "facilismo" al opinar sobre un tema tan serio como el de la pedofilia. Razón por la que aunque publicamos entero el artículo,nos creemos en la obligación de aclarar que en -ese párrafo- no estamos de acuerdo por considerar la opinión del sr. Gaviria, como incoherente con su compromiso hacia el pueblo.